El ex convento de Santo Domingo de Guzmán,es quizá, la construcción virreinal en pie más grande e importante de México y probablemente de toda América, debido a su monumentalidad, su valor artístico y el papel que desempeñó como centro de evangelización y de promoción cultural para el territorio de lo que es actualmente el Estado de Oaxaca.
La construcción del convento inició a mediados del siglo XVI y se prolongaría hasta el inicio del siglo XVII, en una superficie que llegó a alcanzar los 40,000 metros cuadrados. Durante la colonia, Santo Domingo fue centro de una evangelización prácticamente monopolizada por la orden de los dominicos en todo el Estado de Oaxaca.
El Museo
En la planta alta se sitúa el Museo de las Culturas de Oaxaca, a través de un novedoso lenguaje museográfico y a lo largo de 14 salas de exposiciones permanentes y 13 salas temáticas, se proporciona a los visitantes un amplio panorama del devenir histórico en la entidad. En este nuevo recinto, los visitantes pueden apreciar la presencia permanente y determinante de los grupos indígenas en la conformación de la fisonomía actual de la sociedad oaxaqueña.
En sus salas es posible admirar las más sobresalientes piezas arquelógicas procedentes de Monte Albán -por ejemplo, las mundialmente famosas joyas de la Tumba 7- Mitla, Yagul Lambityeco, Dainzú, Huijazoo y otros sitios prehispánicos, así como diversos objetos que dan cuenta de los rasgos y la continuidad de la cultura milenaria de zapotecas, mixtecos, mixes, huaves, triquis y demás etnias del Estado de Oaxaca, haciendo énfasis en que estos grupos son parte dinámica del acontecer cotidiano oaxaqueño.
El museo está dividido en catorce salas que abarcan 10 mil años de historia del estado, desde el surgimiento de los primeros asentamientos sedentarios y el florecimiento de las grandes culturas prehispánicas, pasando por diferentes aspectos de la conquista y la colonia, la época independiente, hasta llegar al siglo XX. Destaca la sala 3, donde se encuentran en exhibición las joyas encontradas a principios de los años 30, en la Tumba 7 de Monte Albán, consideradas como uno de los tesoros más importantes de toda Mesoamérica.